domingo, 24 de mayo de 2009

INDAGACIÓN DE LOS OPUESTOS

Sin camino ni espejo
Víctor Guillén

Desde el epígrafe de Boby Babenco se anuncia la marginalidad del yo poético. La oposición camino (realidad, razón, voluntad, proyecto) / espejo (reflejo, copia, rostro-máscara: imagen social) no se resuelve en el triunfo de uno de los opuestos ni en la armonía de los contrarios. Asistimos, más bien, a una explosión que destruye a ambos y da lugar a un espacio donde el sujeto construye su “nada solitaria” y nadie lo ve a pesar de su voz.
¿Por qué el yo lírico ya no desea ni el camino ni el espejo? Porque en el primero quedó atrapada su razón (el proyecto racional), y en el segundo su rostro (la imagen social). Nótese que en ninguno de los opuestos se halla contemplada la afectividad. Y esta es la clave para entender la causa de la explosión y el fracaso de la armonía.
El lenguaje de Sin camino ni espejo tiene rasgos barrocos, no culteranos o gongoristas, sino conceptistas. Esto tiene coherencia con la voluntad manifiesta de un sujeto que, al no poder solucionar la lucha de los contrarios, opta por una síntesis que lo convierte en “la sombra de un cuerpo lejano”.
De haberse publicado este poemario hace algunos años, quizá habría parecido desfasado; sin embargo, cae bien ahora en que nuevamente se hacen evidentes, desde sus bases económicas, los sinsabores de las propuestas sociales racionalistas y mercantilistas que relegan a un segundo plano el aspecto afectivo del ser humano.
Sea este libro de Guillén motivo para seguir en la búsqueda de la utopía poética que armoniza los contrarios. No aquella que origina la explosión dialéctica de los opuestos; menos aún la que artificialmente elimina a uno de ellos. (Mario J. Ávila Rubio).

Dimensiones: 21.5 cm. x 14.5 cm.
Nº de páginas: 34
ISBN: 978-612-45355-5-0
Año de edición: 2009
Víctor H. Guillén Escate (Lima, 1958). En 1997, con Exhumación de los días, fue finalista en la VIII Bienal de Poesía Premio Copé. En el 2003 publicó 9 ventanas & otros poemas. El 2005, con Navegante de luna llena, fue finalista en la I Bienal de Poesía Infantil del Instituto Cultural Peruano Norteamericano (ICPNA) de Miraflores.

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